El vecino se está robando mi internet… y otras cosas más
• Tu WiFi está “abierta”. Ahora ya no es tan frecuente, pero aún es posible encontrar alguna red inalámbrica que no solicita clave de acceso y está disponible para cualquier usuario. En estos casos, cualquiera puede conectarse. Esto es un riesgo tanto para el propietario de la red como para quien decida conectarse a ella.
• Tu seguridad es obsoleta. Algunos módems solían venir configurados con un sistema conocido como WEP, que con el tiempo ha resultado débil e inseguro. Con unos conocimientos informáticos elevados se pueden descubrir las claves utilizadas en poco tiempo. Estas redes son casi tan inseguras como las abiertas.
• Tu clave es débil. Es posible que la red cuente con un sistema de protección robusto y correcto pero también resultará vulnerable si la clave de acceso no es lo suficientemente “compleja”.
• Tu clave es la que se te otorgó por defecto. En ocasiones el sistema de seguridad es el adecuado e incluso la contraseña es aparentemente robusta, pero si es la que viene de fábrica, puesta por el proveedor antes o después, será conocida en Internet. Es altamente recomendable cambiar la contraseña en este caso.
¿Cómo puedo proteger mi red inalámbrica?
Para minimizar los riesgos de ser víctimas de un ataque, debemos implementar algunas medidas de seguridad para redes inalambricas, empezando por la configuración de seguridad de nuestra red. Observa estos aspectos técnicos de seguridad para redes inalámbricas:
• PIN WPS (Wireless Protected Setup): A nivel doméstico es habitual que los routers WiFi incluyan soporte de la funcionalidad WPS para facilitar el intercambio de claves entre el punto de acceso y el usuario sin necesidad de usar la contraseña. Recomendamos inhabilitar WPS si está soportado.
• Nombre de la red WiFi: El algoritmo de cifrado de WPA hace uso del nombre de la red para generar la clave criptográfica. Para evitar ataques, se debe evitar usar un nombre de red conocido, como WLAN_JOSE-PEREZ y en su defecto usar nombres nuevos y que no identifiquen a la empresa o al usuario, como WLAN-YTQZFJ.
• Contraseñas de administración: A nivel doméstico es habitual que el punto de acceso sea un router ADSL o un router de cable. Estos dispositivos pueden estar configurados con contraseñas de administración remotas fáciles de deducir y accesibles desde Internet con un navegador web. Se debe cambiar la contraseña de administración y limitar el acceso al panel de administración del router desde otras redes.
¡Quiero estar completamente a salvo de mi vecino!
Como siempre decimos, en materia de seguridad no sobra precaución alguna. Además de todo lo anterior, para la protección de tus redes inalámbricas, aquí te dejamos algunas Buenas prácticas de seguridad para redes inalámbricas
• Aplica la rotación de la contraseña: Tanto si usamos una clave WPA en el hogar, o en la PyME, las claves se deben cambiar periódicamente. Usando claves de al menos 12 caracteres; un tiempo razonable de cambio de clave son 6 meses.
• Analiza las redes a tu alcance: Existen varias herramientas con las cuales podrás analizar que redes hay al alcance y cómo están configurada su seguridad.
• Mide la propagación de la señal: Para mejorar la cobertura de la red inalámbrica y evitar que la señal salga del perímetro de tu casa o de tu oficina, puedes usar un software para medir la cobertura. De esta forma podrás ajustar los parámetros de tu punto de acceso con el fin de evitar una propagación no deseada de la red, y seleccionar su mejor ubicación para mejorar el rendimiento.
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